El Greenwashing es una técnica comercial que hace que los productos parezcan sostenibles, ecológicos o comida real, a pesar de no serlo.
Con todos los movimientos que han surgido últimamente para apoyar el Planeta, ninguna marca ha querido dejar escapar su ocasión de ganar clientela sumándose al carro de la preocupación por el bienestar de los ecosistemas.
Por desgracia, el greenwashing es una técnica que lleva años usándose (¡hay ejemplos desde los años 60!).
Greenwashing: ¿qué es y cómo lo evito?
Este término inglés viene a significar “lavado verde” (green– es verde, –washing es lavado), y se emplea cuando un producto o una marca utiliza técnicas de marketing para hacer creer al mercado que es más respetuosa con el medio ambiente de lo que realmente es.
Hay muchas maneras de “colársela” a la gente, unas más sutiles, otras más descaradas. Vamos a repasar algunas de ellas, para que estemos alerta en nuestras compras, y evitar que nos la cuelen. Podemos consumir como queramos, siempre que sea de manera consciente, sabiendo lo que hay detrás y lo que estamos apoyando con nuestro consumo, así pues no pretendemos hacer un juicio de valor.
El Greenwashing se emplea cuando un producto o una marca utiliza técnicas de marketing para hacer creer al mercado que es más respetuosa con el medio ambiente de lo que realmente es.
Ejemplos de greenwashing
Vas a una gran superficie a hacer la compra del mes, pasas por la sección de frutería, ves unos tomates en una bandeja de porexpan, separadas entre sí por una maya protectora, y envueltas en tres vueltas de film transparente. En la etiqueta de color marrón con bordes verdes se puede leer “Tomates BIO”.

Un claro ejemplo de Greenwashing…
Cambias de pasillo, en la lista tienes apuntado comprar desodorante y gel. Vas buscando algo que cuide de ti y del medio ambiente, y encuentras una sección entera de productos que prometen exactamente eso. Empiezas a buscar el que mejor se adapta a tus necesidades y… ¡todos tiene envases de plástico! Ah, no, que hay un jabón sólido escondido…junto a dos pastillas más envueltas en film.
Bueno, lo dejas ahí, pero antes de irte al siguiente pasillo lo ves, un stand de la marca conocida de turno, anunciando su nueva gama ecológica: cepillo de dientes de bambú y pasta de dientes con ingredientes naturales. Te das la vuelta un segundo y en el estante fijo del pasillo ves toooda la gama completa de productos de plástico y químicos sintéticos de esa misma marca.


¿Te ha pasado alguna vez algo parecido?
Desde La Sentipensante, tu tienda sostenible online, estamos totalmente seguros de que has pasado por una situación similar.
¿Qué es exactamente el greenwashing?
En los ejemplos anteriores podemos intuir algunas de las maneras que tienen las empresas de limpiar su imagen para aprovecharse de las buenas intenciones de sus consumidores.
En 2009, una empresa de consultoría ambiental canadiense (TerraChoice) publicó los “7 pecados del greenwashing”, una lista de prácticas engañosas para publicitar que los productos son más beneficiosos para el medio ambiente de lo que realmente son.
- Compensación oculta: sugerir que un producto es verde, basándose en uno o dos atributos, sin atención a otras cuestiones ambientales importantes. UnUn producto fabricado con materiales biodegradables, por ejemplo, sigue estando pensado para usarlo un breve periodo de tiempo. El problema real está en la filosofía de “usar y tirar”, con lo que no estamos solucionando nada. Además, normalmente para que la biodegradación sea correcta y, por tanto menos perjudicial, debe hacerse bajo unas condiciones concretas que sólo se consiguen en plantas industriales, así que si nuestra localidad (o país) no tiene este tipo de gestión, no estamos haciendo absolutamente nada diferente.
- Falta de pruebas: una alegación medioambiental no justificada por información justificativa de fácil acceso o por una certificación fiable de terceros. Decir que una botella purifica a través de luces el agua que metas dentro, sin añadir estudios independientes que lo prueben, por ejemplo. Recuerda un poco a las pulseritas con un “holograma mágico” de hace unos años, ¿no?
- Vaguedad: una afirmación que es tan poco definida o amplia que su significado real es probable que sea mal entendido por el consumidor. Todo lo “natural” es un ejemplo, ya que el uso de término no está regulado por ley. El arsénico, el uranio, el mercurio y el formaldehído ocurren de forma natural y son venenosos. No por ser natural es necesariamente beneficioso. Otro ejemplo fueron esos yogures “bio” que acabaron por cambiar de nombre.
- Etiquetado falso: un producto que, a través de palabras o imágenes, da la impresión de estar respaldado por terceros cuando no existe tal respaldo. Añadir certificados que no se han obtenido o que han sido inventados por la propia marca.
- Irrelevancia: una alegación medioambiental que puede ser veraz pero que no es importante o poco útil para los consumidores que buscan productos ambientalmente preferibles. Si hay una práctica prohibida por ley (como tirar residuos en la naturaleza), que una empresa anuncie que no lo hace es un ejemplo de irrelevancia.
- Mal menor: una alegación que puede ser cierta dentro de la categoría de producto pero que puede distraer al consumidor de los mayores impactos ambientales de la categoría en su conjunto. Por ejemplo, las pastas de dientes de tubo hechas con ingredientes naturales; son menos perjudiciales que las fabricadas con ingredientes sintéticos, aunque su envase sigue siendo de plástico de un solo uso.
- Mentir: afirmaciones ambientales que son simplemente falsas. Si, hay empresas que mienten para conseguir más “parte del pastel” que es el mercado. Esto es así.
¿Qué puedo hacer para que no me la cuelen?
Ahora que ya conoces las técnicas que usan las marcas para hacer pasar por verdes productos que no lo son, toca prestar atención y buscar información.
No te dejes llevar por frases llamativas y embalajes bonitos. Si el producto tiene una lista de ingredientes o materiales utilizados, léela. Todo lo demás es sólo para llamar tu atención en el stand de la tienda.
Si ves un certificado, búscalo. De los reales reconocidos, encontrarás información sobre sus características y requisitos.
Si una marca (empresa o grupo empresarial) tiene UNA línea que “cuida el medio ambiente”, mientras el resto de productos no respetan valores de sostenibilidad, es fácil que a la marca en general le importe bastante poco este tema. Incluso si la misma marca colabora en proyectos de recuperación ambiental.
Cuando detectes estas prácticas, infórmate, en internet está casi todo, y siempre puedes preguntar al vendedor o al fabricante.
¿Qué puedo hacer para combatir el GreenWashing?
Como consumidor concienciado lo que puedes hacer para combatir el Greenwashing es no comprar esos productos.
Desde La Sentipensante, tienda sostenible online, creemos que otro mundo es posible y que ese mundo lo creamos en base a las decisiones que tomamos cada día, incluyendo nuestras opciones de compra.
Ser sostenible y cuidadoso con el medio ambiente no pasa por usar un cepillo de dientes de bambú.
Ser sostenible y cuidadoso con el medio ambiente es usar un cepillo de dientes de bambú cuyos materiales han sido reutilizados o su fabricación ha sido respetuosa con el medio ambiente.
¿De qué sirve usar un producto sostenible si en su fabricación ha habido vertidos contaminantes en ríos? ¿O el transporte hacia una gran superficie ha dejado una huella ecológica fuerte?
En nuestra tienda de productos sostenibles cuidamos mucho la selección de nuestros proveedores y si quieres aportar tu granito de arena al cuidado del planeta te dejamos…
5 ideas para tener un estilo de vida menos Greenwashing y más sostenible (de verdad)
- Usar termos de acero inoxidable dónde llevar siempre tu agua fresquita o tu infusión calentita
- Llevar en el bolso una bolsa de tela para comprar, por si acaso haces una compra de última hora. No ocupan nada y te ahorras el plástico y el dinero que cuesta la bolsa del súper
- Dí adiós al papel de aluminio y di hola a los porta aperitivos. Una pequeña bolsita que te permite guardar un sanwich, unos frutos secos o lo que quieras
- Usa pasta de dientes en polvo, como la pasta de dientes de carbón activado, que además de cuidar tu boca carece de agua en su fabricación cuidando así un poco más el medio ambiente
- ¿Quién no usa en casa esas bolsitas zip de plástico tan útiles y versátiles? Reconocemos su practicidad pero también reconocemos el derroche económico que supone el comprar las bolsas de plástico, usarlas y tirarlas. Tenemos una alternativa a este producto mucho más sostenible: las bolsas zip de silicona, reutilizables y respetuosas con el medio ambiente.
Está en nuestra mano combatir el Greenwashing y ser consumidores informados, concienciados y responsables con nuestras decisiones y con nuestro planeta
¿Te faltan detalles sobre algún dato? ¿Ves un certificado nuevo? ¿Una característica muy llamativa? No te quedes con las dudas. Si lo que dicen es cierto y se basa en datos, estarán encantados de compartir sus buenas prácticas para ganarse tu confianza, de lo contrario es fácil que se hayan “tirado el moco” y no sea tan verde como lo pintan.
Comparte los greenwashing que encuentres, ¡nos encantará leerte!